24 Mar Champú líquido con áloe vera sin sulfatos

Esta vez somos infieles a nuestros principios, porque os traemos una receta de champú líquido. ¡Sacrilegio! Sin embargo, nos hemos portado bien y hemos reutilizado viejos envases que tenemos siempre preparados para reciclar. En mi casa me han pedido un champú líquido para variar un poco y he querido hacer uno suave, sin sulfatos y apto para mis ricillos. Lo que tenéis que tener muy en cuenta es el pH, puesto que esta receta tendrá un pH alto que tendréis que bajar utilizando, por ejemplo, ácido láctico o ácido cítrico. Nuestro cuero cabelludo y cabello tienen un pH de entre 4,5 y 5,5, que es el que mantiene a raya las bacterias y hongos y las cutículas bien cerraditas. Al ajustar el pH a 5-5,5 podremos utilizar este champú como gel para el cuerpo. Cada vez soy más fan de reducir productos y crear cosméticos versátiles. Nos han vendido demasiado la moto de que necesitamos tener armarios con cincuenta potingues diferentes.

Podéis hacer variaciones de la receta. Por ejemplo, si tenéis el cabello muy graso, rebajad algunos gramos el oleato o aceite, y aumentad la proporción de agua o de gel de aloe vera. Os dejamos detallados los ingredientes con sus respectivos enlaces por si no los conseguís en vuestro herbolario cercano. Tened en cuenta que si tenéis que comenzar a hacer un fondo de despensa para hacer cosméticos, al principio el desembolso económico puede ser enorme. Eso sí, con estas compras tendréis para hacer muchos geles con productos naturales y de calidad a precios muy económicos.

Ingredientes:

• 4% glicerina
• 0,5% goma xantana
• 25 % agua destilada, infusión de vuestra elección o un hidrolato que os guste
• 1% alantoína (opcional)
• 1% colágeno hidrolizado (opcional)
• 9,5 % oleato o aceite de vuestra elección
• 1 % aceite esencial
• 20 % coco betaína
• 25% coco glucósido
• 1% pantenol
• 1% conservante sharomix
• 1% vitamina E
• 10% gel aloe vera

Preparación:

Lo primero que tenéis que hacer, como siempre es desinfectar todos los utensilios que vayáis a utilizar.

En un recipiente, disolved primero la goma xantana en la glicerina. Este paso es básico para que no se formen grumos. Luego verted uno a uno el resto de los ingredientes, batiendo muy suavemente. Si usáis una batidora de brazo, utilizad la marcha más suave y batid solo desde el fondo del recipiente sin subir. Así evitaremos que se “líe parda” con tanto tensioactivo y no nos desborde la espuma.  

Cuando tengáis todos los ingredientes integrados, coged una tira medidora de pH y ajustad el pH. Yo he utilizado ácido láctico al 90%. He ido añadiendo tandas de 5 gotas hasta que he conseguido el pH de 5,5. El resultado es una maravilla. Tenéis que probarlo.

¡Salud y potingues!