Una de muchas cosas buenas que tiene escribir un blog es que te obliga a documentarte bien sobre muchos temas, lo cual estimula el aprendizaje. Tenía bastante información sobre el aceite de cáñamo, puesto que lo he consumido muchas veces, tanto por vía oral, para aliñar mis platos, como para la fabricación de cremas. Me encanta porque, entre otras cosas, es un aceite de rápida absorción que es ideal, por ejemplo, para pieles grasas y acneicas.
Como soy vegetariana, tanto el aceite como las semillas de cáñamo me ayudan a tener un aporte extra de proteínas. Sin embargo, a pesar de estar considerado como el más nutritivo de los aceites, el aceite de semilla de cáñamo -obtenido por el prensado en frío de las semillas de la planta, Cannabis sativa– genera cierta desconfianza. Y es que ,al escuchar la palabra “cáñamo”, si no estáis familiarizadas con este ingrediente seguro que os viene a la cabeza la planta de marihuana, con su THC y Bob Marley. Lejos de ello, el aceite de cáñamo no tiene apenas riesgo de intoxicación ni efectos psicoactivos, puesto que procede de variedades de grano de cáñamo para uso alimentario. Son cepas de grano de cáñamo que no pueden contener más del 0,3% de tetrahidrocannabinol (THC), que es la molécula que produce el conocido “cuelgue” de la marihuana. Así que, que no cunda el pánico, que no os vais a poner a cantar el «No Woman, No Cry» encima de la mesa del comedor por poneros una crema con aceite de cáñamo.
Algunas de las muchas propiedades de esta joya líquida:
- antinflamatoria
- antioxidante
- regeneradora y cicatrizante
- protectora contra los rayos UV
- humectante (mantiene la piel y el cabello hidratados)
- alivia y calma múltiples afecciones cutáneas, como eccema, psoriasis, dermatitis, rosácea, caspa, acné…
- refuerza las uñas
El aceite de cáñamo para el acné
La característica principal del aceite de semilla de cáñamo es su alta concentración de ácidos grasos esenciales, omega 3 y 6. En concreto, un 80% de su composición, lo que lo convierte en la planta que más ácidos grasos esenciales contiene. Estos ácidos evitan la pérdida de humedad en la piel, manteniéndola hidratada y combatir muchos problemas de la piel. Es ideal para calmar la inflamación en las pieles acneicas. Además del cutis, es excelente para tratar el cabello, el cuero cabelludo irritado y los labios.
Receta exprés de aceite de cáñamo y aloe vera
Un estudio en el Journal of Clinical Investigation demostró que el aceite de cáñamo puede afectar las glándulas sebáceas en personas con acné crónico, reduciendo la producción de sebo. A diferencia de otros aceites comedogénicos, el aceite de cáñamo no obstruye los poros, de modo que no provocará acumulación de grasa. Si a las propiedades del aceite de semillas de cáñamo le sumamos los resultados maravillosos del áloe vera sobre la piel, tendremos una bomba de relojería que vale la pena probar.
Ahí voy probablemente con la receta de crema más fácil que haya publicado en este blog:
- 3/4 partes de gel áloe vera
- 1/4 parte de aceite de semilla de cáñamo
- hasta el 1% de aceite esencial de árbol de té (opcional)
Mezclar los dos productos agitando vigorosamente hasta que formen una crema fluida. Aplicar sobre el rostro limpio.