31 Ago Protectores solares caseros. Mis dos razones por las que los preparo en casa.
Estamos en septiembre y el verano está dando sus último coletazos por estas tierras del hemisferio norte. Sin embargo, no es momento de bajar la guardia y de olvidarnos de la radiación UV. Precisamente, me había quedado sin protector solar y he aprovechado un nuevo producto que he recibido de Cremas Caseras para elaborar una crema solar casera, que al final se ha convertido en la que será mi próxima crema hidratante con pantalla solar, ya que no pienso exponerme activamente al sol en lo que queda de verano, pero sí salgo bastante a comprar y a pasear y someto mi piel a una exposición indirecta frecuente.
Por qué muchas personas no quieren preparar cremas solares caseras
Se trata de un filtro solar físico preelaborado que no había probado nunca y que creo que puede ayudar mucho a todas aquellas personas que no tienen claro si hacerse o no su propio protector solar casero.
Ya sabes que tengo un ebook a la venta en el que enseño a preparar protectores solares caseros. Sin embargo, si estás metida en este mundo de la cosmética natural, sabrás que son muchas las personas que son reacias a prepararse sus protectores solares porque, entre otras cosas, al no disponer de un laboratorio ni poder realizar estudios in vivo o in vitro, no se puede conocer el nivel de protección EXACTO de la crema que hemos formulado.
El método que usan los laboratorios es el COLIPA, que consiste en extender una cantidad de producto sobre la piel de las personas que participan en el estudio. Luego se somete la piel a radiación UV hasta que aparece el eritema. Eso permite comparar cuánto tiempo tarda en quemarse sin protección y con protección y determinar de este modo un factor de protección solar. Por ejemplo, si la persona tarda 10 minutos en quemarse sin protección y 150 minutos en quemarse con protección, el FPS será de 15.
Para tu tranquilidad, en cosmética casera tenemos algunos métodos para conocer aproximadamente (solo aproximadamente) el FPS que tendrá nuestra crema. Existen calculadoras de filtros físicos —esto lo explico en mi ebook— para tener una idea aproximada de qué protección nos ofrecerá. Ahora bien, muchas personas y esto es totalmente respetable y no entraré en el tema, necesitan conocer exactamente qué FPS tiene. Además, dependiendo de qué otros ingredientes apliquemos en la fórmula, el FPS puede modificarse, aunque en mi opinión, no debería ser muy significativo.
Yo suelo trabajar con el FPS que resulta de combinaciones de óxido de zinc y dióxido de titanio, que son los minerales que se suelen utilizar para realizar pantallas solares. Es importante conseguir la máxima homogeneidad en la crema y evitar que los polvos precipiten al fondo y queden más concentrados en unas zonas que en otras. Por ello, aconsejo realizar la emulsión que propongo en mi ebook, para garantizar una buena dispersión de producto y que además sea un producto resistente al agua.
Aceites vegetales con protección solar
Debo admitir que no me inspiran confianza las fórmulas que utilizan aceites vegetales como protectores. Se habla mucho del aceite de pepita de frambuesa, del de coco o del aceite de aguacate. Si bien se ha comprobado que estos aceites podrían tener en mayor o menor medida algún tipo de efecto de protección solar, no hay estudios concluyentes y exhaustivos que determinen el FPS exacto de estos aceites o, al menos, yo no he sabido encontrar una fuente que me convenza. En todo caso, los aceites vegetales deberían actuar como protectores subsidiarios, siempre y cuando exista un filtro mineral en la fórmula.
No todo es el FPS en un protector solar
En mi opinión, antes de discutir sobre el FPS exacto de un producto, deberíamos revisar en qué franjas horarias nos exponemos al sol. En mi caso, puedo afirmar que no me expongo, o lo hago solo en rarísimas ocasiones, en las franjas de mayor radiación solar, es decir, de 12h a 16h. Este factor debería ser, si más no, el más importante a la hora de proteger nuestra piel del sol. Debes saber que la protección total no existe, aunque apliques un FPS 50+.
¿Por qué quiero formular mi protector solar casero?
A pesar de que no puedo conocer el FPS exacto del producto final, mis protectores solares me han resultado muy eficaces en las franjas horarias de menor radiación en las que me expongo. No he me quemado nunca y, aunque sé que no todo es el eritema —pues tu piel puede dañarse en capas más profundas aunque no te quemes—, me siento protegida en las horas en las que me expongo al sol (por la mañana temprano y por la tarde).
Otra razón que me lleva a realizar mis cremas solares es el precio, y esto es algo que me indigna bastante. Dados los peligros que representa el sol, una crema solar debería ser un básico para preservar nuestra salud a precios asequibles para todos los ciudadanos. Sin embargo, si quieres un filtro físico —porque desconfías de los químicos, como es mi caso—, vas a tener que sacudirte el bolsillo, porque son realmente caros. Claro que siempre queda la opción de comprar una crema del supermercado, por lo general formulada con filtros químicos, cuyos ingredientes están siendo sometidos a estudio.
Si estás en mi misma situación y te apetece aprender a elaborarlas, te dejo el enlace a mi ebook.
Receta de crema hidratante con pantalla solar (FPS 8)
Bien, vayamos al ingrediente en cuestión que he descubierto de la mano de Cremas caseras y que va a facilitarnos mucho la labor. Se trata de un filtro físico que puede ayudarnos a hacer fórmulas de protectores solares con una aproximación del FPS que cumple con los estándares COLIPA. Está aprobado por ECOCERT, no contiene nanopartículas y además ofrece protección UVA. Es una dispersión de óxido de zinc y dióxido de titanio en algunas grasas, lo cual también facilita mucho la manipulación porque no vamos a tener que inhalar ningún tipo de polvo volátil.
He decidido hacer una preparación de una crema hidratante con FPS de 8, porque me he quedado sin crema y quería una que además tuviese FPS para este fin de verano.
Para conseguir este ligero FPS voy a necesitar 10 gramos de preparado de filtro solar. Con estos 10 gramos el fabricante del producto me indica que puedo conseguir un FPS aproximado de unos 8 para la radiación UVB. La protección UVA se contempla siempre y cuando el protector señale que existe protección contra la radiación UVA —añadiendo en en envase las siglas UVA dentro de un círculo—, y suele calcularse dividiendo entre 3 el FPS del producto. En este caso, un FPS de 8 nos ofrecería una protección UVA de entre 2 y 3.
Considero que para mi crema hidratante, que me va a proteger de los radicales libres generados por el sol cuando vaya a comprar el pan por la mañana, creo que es una protección adecuada.
Ingredientes para tu crema hidratante con FPS 8:
Fase oleosa
- 10 % de filtro solar
- 5 % protelan 1%
- palmitato de ascorbilo
- 10% aceite de argán
Fase acuosa
- 10 % gel aloe vera
- 20% hidrolato de azahar
- 39% agua destilada
- 2% glicerina
Fase termolábil
- 1 % vitamina E
- 1% aceite esencial de lavanda
- 1% cosgard
En el siguiente vídeo te enseño el método de preparación.
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