ingredientes comedogénicos

Aceites comedogénicos

Este año ha sido casi demencial la cantidad de turrón que me he metido entre pecho y espalda, sobre todo de chocolate. Como era de esperar, tanto exceso me ha dejado la cara cual mapamundi: me han brotado un montón de granitos y comedones, así que me he hecho una cremita especial nada más llegar a Terrassa de vuelta. Esta vez, buscaba una emulsión ligera a la vez que calmante y desinflamatoria y he escogido con mucha conciencia el tipo de aceite y otros ingredientes que iba a añadir, con cuidado de que no fueran comedogénicos. Si te apetece saber más sobre este tema, puedes seguir leyendo o escuchar el episodio del podcast en el que lo explico con detalle.

La escala comedogénica

En el mundo de los aceites y las mantecas se existe una escala para evaluar la posibilidad de que puedan obstruir los poros de la piel, según sus componentes comedogénicos. Por ello, cualquier persona propensa a tener brotes de acné debería evitar los aceites altamente comedogénicos, pues al taponarse los poros de la piel podrían aparecer o agravarse los problemas de comedones, imperfecciones y puntos negros.

Esta escala va del 0 al 5, siendo el 0 nada comedogénico y el 5 altamente comedogénico. Estos valores se determinaron hace unos años a partir de ensayos con animales, con lo cual tampoco podemos extrapolar los resultados a los humanos por lo que no acaba siendo del todo fiable.

A estas alturas ya deberías saber que los aceites vegetales son las estrellas en la cosmética natural casera, y sustituyen a los aceites minerales, petrolatos, siliconas, parafinas, tan utilizados en la cosmética más convencional. Nuestros aceites son agentes emolientes por naturaleza, es decir, que reblandecen la piel y la vuelven más elástica. Además, previenen la deshidratación, sellando la epidermis y evitando así que perdamos agua transepidérmica. Por otro lado, refuerzan el manto hidrolipídico, que ya sabes que contribuye a la función barrera de la piel. Sin embargo, muchas veces hacemos uso de estos aceites en nuestras fórmulas sin pararnos a pensar si son los más apropiados para nuestro tipo de piel. En este sentido, tiene mucha importancia la escala comedogénica de los aceites.

No todo son los aceites

Aunque la escala comedogénica es una buena herramienta si necesitamos formular productos especiales para pieles con problemas, por ejemplo, con acné, o dermatitis seborreica, siempre es necesario analizar la fórmula en su conjunto. Por eso, algunos productos que se comercializan como “no comedogénicos” tienen que superar unos tests específicos en laboratorios para poner etiquetarse como tales. Esto es bueno saberlo en el caso de tener una piel con acné e imperfecciones.

Como decía, el hecho de no contener un aceite comedogénico en la fórmula no significa que el producto acabado no lo sea. Por ello lo del test. Hay fórmulas sin grasas que son muy oclusivas o que dejan residuos sobre la piel que producen comedones, como es el caso de algunos productos que contienen ingredientes sólidos o polvos. También algunas sustancias irritantes que se incluyen en algunas fórmulas podrían alterar la piel, inflamándola y causando comedones.

Diferencia entre un producto etiquetado como “no-comedogénico” y un producto “oil free”

El término oil free, en inglés, significa sin aceite o libre de aceite. Los productos etiquetados como oil free no deben contener ningún tipo de aceite o manteca. Un producto que tuviese un ingrediente que pusiese “oil” o “butter” en su INCI ya no podría ser “oil free”, aunque creo que esto no incluiría los aceites esenciales, que ya sabes que tienen una composición química diferente a la de los aceites vegetales. Sin embargo, ya hemos visto que el hecho de que lleve o no aceites no es el único criterio para que el producto sea comedogénico. Si tienes problemas de sebo en tu piel, lo mejor es que tu producto tenga el etiquetado no comedogénico, testado en laboratorios sobre humanos. Solo así te estarás “curando en salud”.

¿Podemos incluir aceites comedogénicos en cosmética natural?

Te estarás preguntando si es posible utilizar aceites altamente comedogénicos en cosmética. Ten en cuenta que algunas preparaciones para el cuidado capilar admiten aceites muy comedogénicos como el de germen de trigo, aunque también podríamos usarlos para hacer un contorno de ojos, una crema de manos o un ungüento para talones agrietados.

Aceites según su índice comedogénico

En internet es muy fácil encontrar listas de clasificación de los aceites según su índice comedogénico, pero si quieres tomar nota de algunos ten en cuenta que el aceite de germen de trigo, el de lino y el de coco son altamente comedogénicos. Algo menos comedogénicos pero con un 3 en la escala son la manteca de cacao o el aceite de rosa mosqueta. Un aceite que suele considerarse como comedogénico y no lo es a pesar de su tacto graso es el de argán. Existen otros aceites de tacto seco y bajo índice comedogénico como el de girasol, que está entre 0 y 1.

Si buscas aceites de grado 0 en la escala, a parte del aceite de argán, tenemos el de cáñamo, el de jojoba, la manteca de karité o el aceite de avellanas. Con un índice del 1 al 2 tenemos el aceite de ricino, sésamo, oliva, nueces, almendras dulces, albaricoque, o el aceite de borraja.

Y un dato importante por si no lo sabías. Los aceites se van volviendo más y más comedogénicos a medida que se oxidan, es decir que se enrancian. Por eso lo mejor es comprar tus aceites en pequeñas cantidades o preservarlos añadiendo un 0,5% de vitamina E o tocoferol para evitar su enranciamiento. Recuerda conservarlos apartados de la luz solar.

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