Episodio #5: materias primas para empezar cosmética casera

El mayor bloqueo que se experimenta antes de comenzar a preparar cosméticos es que no se sabe bien qué es lo que hay que comprar. No nos engañemos, si bien un cosmético casero es muchísimo más barato que comprado, en un principio tenemos que hacernos con un buen fondo de despensa y no resulta precisamente económico. Es cierto que con esas primeras compras vais a preparar muchos productos, pero duele un poco al principio. Creo que lo principal es no emocionarse demasiado comprando y, como todo, comenzar por lo sencillo, sin cargar demasiado las fórmulas. Para mí, lo importante es ir entendiendo los procedimientos. No me vale con ponerme a copiar una receta de internet de una crema hidratante con un montón de activos, si no entiendo los principios de las emulsiones o la composición y función de los ingredientes. Haciendo de esta forma, en mi opinión, perdemos la esencia del “me lo hago yo” que nos trae hasta aquí y la voluntad de conocer y controlar lo que usamos. En mi opinión, para eso me voy a una tienda y me compro la crema que me quieran vender.

Cuando doy una vuelta por mi despensa veo un montón de productos que he ido comprando. Al principio pequé de querer comprar muchas cosas y se han ido quedando ahí o las utilizo muy poco. De vez en cuando me apetece experimentar con nuevos ingredientes, aunque la mayoría de mis recetas tienen una base común y voy usando los productos a los que me he acostumbrado y le van bien a mi piel y a mi cabello. Eso también os ocurrirá.

Si os tengo que aconsejar cómo comenzar, os diría que empezáseis a jugar con aceites y mantecas. ¿Por qué? Porque serán fórmulas que no contendrá agua, y no se os estropearán fácilmente. Al no haber agua, no necesitaréis conservante. Sí, en cambio, antioxidante para que los aceites del cosmético no se enrancien y os duren más tiempo.

Hay algunos ingredientes básicos para formular que puedes ir adquiriendo y te permitirán hacer algunas recetas sencillas.

Algunos de ellos los podrás adquirir incluso en el supermercado o herbolario y otros no tendrás más remedio que comprarlos en tiendas de materias primas on line. Toma nota porque vamos a hacer la lista de la compra juntas:

  • Aceite vegetal: en función de para qué lo necesites, podrás utilizar uno más graso o más seco. Algunos básicos son el aceite de oliva, almendras dulces, jojoba, lino, sésamo, aguacate… para comenzar a experimentar toma el que tengas por casa. El aceite de oliva es una joya con un montón de propiedades cosméticas.
  • Aceite de coco: es sencillamente genial no sólo por las propiedades nutritivas e hidratantes, sino porque da una textura muy suave a los cosméticos. Este aceite se vuelve sólido a partir de los 25 grados, con lo cual es un gran aliado si queréis preparar alguna fórmula sencilla y con cuerpo en invierno.  
  • Manteca de cacao: es fantástica para solidificar fórmulas. Tiene un punto de fusión bastante alto, con lo cual, combinadas con otras mantecas más blandas y aceites, harán que el cosmético coja cuerpo. Podréis preparar con ella un montón de bálsamos labiales para vosotras y para regalar.
  • Manteca de karité: a mí me encanta esta manteca porque se derrite en las manos. Mezclada con la de cacao y algún aceite, forman una base de ungüento perfecta. La vais a ver en muchas recetas.
  • Ceras: además de proporcionar nutrición y tener un efecto emoliente, ayudan a mantener la hidratación de la piel. Por su textura, también funcionan para endurecer cremas y ungüentos. Una de las más utilizada es la de abejas, pero si eres vegana puedes sustituirla por cera candelilla, que es la más parecida, soja o carnauba.
  • Vitamina E: la encontrarás en la farmacia o en una tienda de venta de materias primas cosméticas. Lo necesitarás para alargar la vida de los productos que contengan aceites porque es rico en antioxidantes. Esas mismas propiedades antioxidantes también le van a ir de maravilla a tu piel, con lo cual estarás matando dos pájaros de un tiro.
  • Aceites esenciales: aunque su nombre lo indique, no son esenciales. A mí, personalmente, me encantan y utilizo con regularidad la aromaterapia. Sin embargo, tened en cuenta de que encarecen las fórmulas y, en mi opinión, si estáis experimentando lo mejor es que no abuséis de ellos. Algunos de mis básicos son, lavanda que es el más suave; ylang ylang (cicatrizante y con un aroma fantástico), limón, naranja e incienso.
  • Arcillas: ofrecen muchas posibilidades de uso, desde mascarillas, pasando por desodorantes, o pasta de dientes. Os aconsejo que compréis arcilla caolín, o arcilla blanca para comenzar a experimentar.
  • Plantas: si queréis preparar oleatos, es decir, extractos de plantas en aceite, os recomiendo que os hagáis con algunas plantas, que probablemente tengáis en vuestra despensa: caléndula; hipérico; romero; tomillo; lavanda; diente de león; malva… Seguro que si no las tenéis podréis encontrarlas dando algún paseo campestre.

Tanto en el blog como en el podcast os daremos ideas de cómo preparar recetas en las que aparezcan alguno o varios de estos ingredientes. De modo que si nos sigues por algún canal, los vas a amortizar pronto.

Te envío fuerza para este confinamiento y te deseo salud y potingues,

Esther

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