27 Sep Cómo hacer hidrolato casero

Los hidrolatos o aguas florales son probablemente los ingredientes más versátiles dentro de la cosmética casera. Sirven para preparar un sinfín de productos: tónicos faciales, limpiadores, cremas, champús, enjuagues bucales, pasta dental… Se pueden incorporar a casi todas las preparaciones donde haya fase acuosa. Si realmente estás interesada en aprender a preparar todo tipo de extractos caseros, te recomiendo que te hagas con mi ebook “Prepara tus extractos caseros“. Con él, vas a profundizar en el mundo de la fitocosmética y controlarás los activos principales que pueden extraerse según el solvente que utilices.

¿Qué es un hidrolato?

En el proceso de destilación de una planta aromática, se obtienen dos productos. Por un lado, el vapor arrastra unas substancias que son muy poco solubles en agua y, por lo general, con menos densidad: los aceites esenciales. Por otro lado, una vez condensada el agua procedente de ese vapor y separado el aceite esencial, obtenemos el hidrolato. Aunque la mayor parte del aceite esencial de la planta se ha separado del hidrolato, éste siempre se queda con un pequeño porcentaje de aceite esencial (0,1% como mínimo). Contiene las mismas moléculas aromáticas que el aceite esencial y, por ello, las mismas propiedades aromaterapéuticas.

A diferencia de las infusiones, el hidrolato es completamente transparente. Ello tiene la ventaja de que, a la hora de preparar cosméticos, éstos no adquirirán color.

¿Qué plantas se utilizan para hacer hidrolatos?

Puede utilizarse de cualquier planta aromática. Es decir, puede haber tantos hidrolatos como aceites esenciales, a excepción de los cítricos, cuyo aceite esencial se obtiene por presión de la corteza. Los más comunes son: azahar, romero, manzanilla, rosa y lavanda. Puedes incluso destilar dos plantas a la vez y hacer una mezcla de hidrolatos. Da rienda suelta a tu imaginación.

Usos de los hidrolatos que probablemente no conozcas:

Además de su uso en las preparaciones cosméticas más tradicionales, los hidrolatos pueden tener otros usos.

• Compresas impregnadas: si lo que necesitas es tratar una zona en concreto, por ejemplo, con dermatitis o prurito, puedes rociar hidrolato de lavanda o manzanilla sobre una gasa o paño y aplicarla directamente sobre la zona.
• En el baño: añadir un poco de hidrolato de la planta deseada según su uso fitoterapéutico al agua de baño. También puede prepararse para un baño de pies.
• En la cocina: aunque no es lo más habitual podemos encontrar aguas de azahar o de rosa en los supermercados, sobre todo utilizadas para aromatizar postres.
• Para planchar: puedes añadir una pequeña cantidad de hidrolato al agua de la plancha para dar aroma a tus prendas.

Cómo hacer hidrolato casero

Como probablemente la mayoría (ni yo) disponemos de un alambique, te voy a mostrar una forma de realizar un hidrolato en tu cocina.

Para ello necesitaremos una olla alta en la cual pondremos algo en el fondo en forma de alzador que nos permita colocar un recipiente encima para no tenga contacto directo con el fondo de la olla. En lugar del alzador, puedes utilizar una de estas cestas que se ponen al fondo de las ollas para cocer al vapor.

Encima de la cesta, en el centro, coloca un recipiente vacío y limpio. En ese recipiente será donde recogeremos el agua  (nuestro hidrolato) que se condensará en la tapadera. Alrededor de la cesta colocaremos las plantas secas o frescas de las que queramos obtener un hidrolato, junto con agua  destilada, mineral u osmotizada. No te pases con el agua. Bastará con que pongas una pequeña cantidad en el fondo de la olla sin llegar a cubrir las plantas.

Coloca una tapadera boca abajo que no tenga  ningún agujero (si tiene agujero, tápalo con un trozo de tela o papel) y encima pon el hielo. Para no gastar cantidades industriales de cubitos de hielo, puedes congelar agua en un tupper de plástico y así hacer un bloque de hielo para colocar sobre la tapadera.

Llevaremos todo a ebullición y luego lo  dejaremos a fuego lento durante unos 30-40 minutos, de tal forma, que las gotas de vapor de agua resultantes de la ebullición se condensarán con el frío de la tapadera y  caerán dentro del recipiente que tendremos en el medio de la olla. Así recogeremos esa agua que arrastra los principios activos solubles en ella. Recuerda ir quitando el agua que se forma con el deshielo de los cubitos en la tapa de la olla e ir reemplazándola por más cubitos o bloques de hielo. Esta es la parte más engorrosa del procedimiento.  

Una vez pasado ese tiempo, llegará la magia. Al retirar la tapadera de la olla, verás cómo en recipiente se ha llenado de una maravillosa agua transparente y aromáticas. 

Conservación del agua floral

Puedes conservar el producto en la nevera pero, si quieres que te dure más tiempo, lo mejor es que añadas conservante a la preparación y así se mantendrá intacto algunos meses fuera de la nevera, en un lugar seco y al abrigo de la luz. La cantidad de conservante será la que indique el fabricante, pero si necesitas una referencia, puedes añadir 0,5% de sorbato potásico y 0,5% de benzoato sódico. 

Contraindicaciones del uso del hidrolato

Aunque sí es cierto que el hidrolato contiene las mismas moléculas aromáticas que el aceite esencial, la concentración de activos es muy inferior, por lo que no representa ninguna contraindicación.

Fuentes:

www.ifaroma.org/es_ES/home/blog/hydrolate-hydrolat-floral-water

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