04 Feb CONSERVANTES NATURALES EN COSMÉTICA. EPISODIO 16 DEL PODCAST.

Este episodio del podcast tendría que haberlo grabado mucho antes. Aquí tienes el enlace directo al podcast. Me han preguntado tanto por los conservantes naturales a la hora de potinguear, y se cometen tantos errores en su uso, que vale la pena que lo escuches. El uso del conservante no es moco de pavo. Es indispensable si queremos preservar nuestra salud y protegernos de hongos, levaduras y bacterias que podrían proliferar en nuestras preparaciones y que muchas veces resultan invisibles al ojo humano. Cuando una se inicia en este mundo, se tiene la creencia de que “conservante” es enemigo de “natural”.

La demonización de los conservantes: quimiofobia

Los conservantes son necesarios en las preparaciones acuosas a menos que tengas todo el tiempo del mundo para prepararte tus cremas frescas a diario. La polémica levantada por los parabenos ha creado connotaciones negativas asociadas a la palabra “conservante”. Debes saber que la mayoría de conservantes que usamos en cosmética natural son de origen natural (aunque sintéticos) y aprobados por ECOCERT. Suelen ser conservantes suaves que ofrecen un tiempo de conservación limitado: entre 1 y 6 meses. Algunos de estos conservantes son cosgard, leucidal, extracto de semillas de pomelo, sharomix. La industria cosmética convencional, sin embargo, utiliza conservantes más potentes para poder realizar lotes con mayor duración.

Requisitos de un buen conservante natural

Un conservante debería actuar contra bacterias, levaduras y hongos. Estos son los conservantes de amplio espectro, aunque no todos lo son. El propio fabricante debería indicarlo como tal. Por otro lado, el conservante previene el desarrollo de bacterias, pero no elimina las existentes en el momento de realizar la preparación. Por ello es tan importante extremar las medidas higiénicas de preparación. En el episodio 4 del podcast encontrarás más información sobre buenas prácticas en la cocina potinguera.

¿Cuándo no usar conservante?

Si la preparación no contiene agua (producto anhidro), no será necesario el uso de conservante. Tampoco las preparaciones frescas de uso inmediato. Algunas marcas también han suprimido el conservante en sus preparaciones porque usan envases airless en los que se preserva el contenido y se maximiza la higiene.

Conservante versus antioxidante

Ambos están ideados para alargar la vida de las preparaciones. El antioxidante se usa en fases oleosas para eliminar el enranciamiento de las grasas. El más utilizado es la vitamina E.

Tipos de bacterias

Podemos hablar de dos categorías de bacterias en función de su peligrosidad: las bacterias gram+ (solo unas pocas son patógenas) y las gram- (muchas son patógenas y pueden causar enfermedades graves). Las pseudomonas son bacterias gram- y son muy resistentes a tratamientos.

No siempre el efecto de las bacterias es visible al ojo humano. Aunque siempre tendremos cuidado de que la preparación no varíe sus características organolépticas.

Atenta al pH

Muchas veces los conservantes tienen un rango de efectividad en un entorno ácido. Si tu preparación tiene un pH alcalino, el conservante no funcionará. El cosgard, por ejemplo, soporta pH más alcalinos que otros. Lo primero que hay que hacer es primero ajustar el pH del producto antes de añadir el conservante.

La estabilidad térmica

Muchos conservantes son termolábiles y otros, como el complejo benzoato-sorbato, pueden soportar temperaturas más altas. Ten cuidado de no someter tu conservante termolábil al calor porque dejará de ser efectivo. No olvides leer bien las fichas técnicas de los productos.