Aromaterapia en tiempos de crisis

No me voy a enrollar demasiado con las propiedades y los componentes bioquímicos de los aceites esenciales -seguro que la mayoría de vosotras ya ha oído hablar de los beneficios de la aromaterapia-, pero sí os quiero hablar de los efectos que tienen sobre la mente estas joyitas de la naturaleza. La Psicoaromaterapia es la rama de la aromaterapia que estudia el efecto emocional y psicológico del uso de aceites esenciales por vía olfativa. Si escogemos el aceite esencial adecuado para tratar un estado de ánimo, el cerebro, concretamente el sistema límbico, segrega neurotransmisores capaces de relajar o estimular el sistema nervioso.

Pocas veces la humanidad ha compartido emociones tan intensas como las que estamos viviendo estas semanas: la mayoría, enjauladas en apartamentos-; una crisis económica inminente que nos acecha cuando el mundo vuelva a darle al play; convivencia intensa con otros miembros de la familia que comparten nuestro nerviosismo; preocupación por nuestra salud y la de nuestro entorno; ansiedad; insomnio; nostalgia; terror; angustia; y otra buena pila de sentimientos, a veces muy contradictorios.

Quiero aportar mi granito de arena y os invito a que preparéis esta receta que seguro os va a ayudar a sostener la situación. Si no disponéis de los aceites esenciales, podéis comprarlos en un herbolario que encontréis abierto en el barrio (muchos venden productos alimentarios y no han cerrado), o a través de Amazon. Los que os dejamos en el enlace son aceites esenciales puros y quimiotipados, como deben ser. He buscado aceites no demasiado costosos, pero que reúnen las características que debe tener todo aceite esencial, sin adulteraciones ni engaños. Lo ideal es que añadáis todos los que os propongo, pero el de mandarina y lavanda para mí son un must. Nosotros ya la estamos utilizando en casa y muchas veces son los niños los que se ponen a pulverizar ;).

Fórmula de aromaterapia para el confinamiento:

  • 15 gotas de aceite esencial de mandarina: estoy enamorada de él. Aporta alegría, frescura y luminosidad, a la vez que paz interior.
  • 15 gotas de aceite esencial de lavanda: para mí, es el aceite esencial por excelencia contra el nerviosismo y la angustia. Tiene un gran poder relajante y proporciona bienestar y paz.
  • 15 gotas de aceite esencial de limón: es un desinfectante aéreo muy eficaz, que ayuda a prevenir contagios e infecciones. Efectivo contra el insomnio.
  • 10 gotas de aceite esencial de incienso: mejora el sistema inmunitario y su aroma induce a la serenidad y tranquilidad.
  • 30 ml alcohol: su función es la de fijar el aroma para que dure por más tiempo.
  • 70 ml agua: a poder ser, destilada, mineral o filtrada. Si no tenéis, bastará con que hirváis agua y la dejéis enfriar.

Preparación: lo único que tenéis que hacer es mezclar los aceites esenciales en el alcohol y posteriormente añadir el agua. Envasad la preparación en un bote de spray y agitad enérgicamente antes de pulverizar en la habitación que queráis. Para un spray de 100 ml podéis añadir entre 50 y 75 gotas de aceites esenciales. Yo os he puesto las cantidades que a mí me gustan, pero podéis formular a vuestro antojo siempre y cuando respetéis los rangos que os indico.

Precauciones: si tienes problemas respiratorios (asma, rinitis, alergias, etc.), estás embarazada o hay bebés en tu casa, debes ser cautelosa en el uso de la aromaterapia.

¡Salud (mucha, muchísima) y potingues!

Esther

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