crema casera

PROTECTOR SOLAR CON ACEITE DE ZANAHORIA

Existe cierta desconfianza ante el uso de los protectores solares caseros, lo cual me parece más que acertado. La principal razón es que no podemos determinar el FPS (factor de protección solar) que tiene nuestro producto, pues no podemos testarlo sobre un número significativo de personas, tal y como hacen los laboratorios. Os voy a compartir un artículo que, en mi opinión, habla de este tema con extraordinaria sensatez.

Antes de nada, cabe aclarar que el FPS determina la protección frente a los rayos UVB, más agresivos que los UVA. Algunos protectores ya señalan también que son efectivos contra los rayos UVA. Hay que fijarse bien en lo que pone en el envase.

¿Cómo saber qué FPS necesita mi piel?

La fórmula es bien sencilla. Si mi piel tarda 15 minutos en quemarse sin protección y uso un FPS de 20, tendré que multiplicar 15×20=300 minutos. Con protección de 20 tardaría 300 minutos en quemarme. Así pues, el número de FPS viene determinado por dos factores:

  • la sensibilidad frente al sol
  • el tiempo de exposición al sol

Ahora bien, voy a hablaros de por qué yo preparo mi protector solar y cuándo lo uso. Para empezar, yo no tomo el sol. Es decir, no voy a la playa ni me expongo largas jornadas cual pollito a l’ast vuelta y vuelta. En general, suelo huir de las horas de pleno sol. No me vais a ver en la playa en verano a no ser que sea a última hora de la tarde. Cuando salgo a comprar o a pasear y hay mucho sol, me gusta protegerme de él. Simplemente porque el sol no le sienta nada bien a mi piel. Me salen muchas manchas y pecas, y me siento más arrugada. Serán cosas mías, pero no me gusta.

En los casos en los que voy a la playa o a la piscina, utilizo mi protector solar casero pues mi exposición al sol es nimia y me parece apropiado utilizar el mío. Con él no me quemo, aunque quemarse no es sinónimo de estar más protegida, pues los que queman son los rayos UVB, pero no los UVA que también son perjudiciales y penetran en nuestra dermis. Por ello, me gustan los protectores con efecto pantalla que reducen el efecto de los UVB y los UVA. Pero no hay que olvidar que no nos protegen al 100%. Ni siquiera un protector con FPS 50 lo hace. La manera de protegerse del sol es no tomarlo en exceso, ni en las horas de mayor intensidad. Si es tu caso, como el mío el protector solar que utilizo me va más que bien.

Si te gusta la vida reptiliana y eres de las que disfruta en la playa a las 12 del mediodía, te diría que comprases un protector solar testado en un laboratorio. Te pediría que fuese de cosmética natural y con certificado bio, para no dañar el ecosistema marino. Si, como es mi caso, eres muy comedida con tu exposición al sol, puedes atreverte con el mío. La receta que te presento hoy me tiene muy contenta y me funciona de maravilla:

Preparación:

Fundir al baño maría todos los ingredientes, excepto la vitamina E, el aceite esencial y el óxido de zinc. Retirar del fuego y mezclar el óxido de zinc. Cuando entibie un poco, agregar el aceite esencial de ylang ylang y la vitamina E. Remover bien para que el óxido de zinc quede bien dispersado por toda la mezcla. Envasar antes de que solidifique y seguir removiendo en la medida de lo posible para repartir bien el óxido de zinc.

¡Salud y potingues!

Esther

Nota: este blog contiene enlaces a productos de Amazon. Gracias a estas compras, recibo una comisión que utilizo para cubrir los gastos de mantenimiento del blog. A ti no te va a costar más caro y yo podré seguir compartiendo recetas. ¡Así ganamos todas!

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