cómo hacer extractos de plantas

Quiero empezar el 2021 con energías renovadas. Bueno, eso es lo que se dice a principios de cada año, pero es que el 2020 ha sido tan, pero tan, pero tan raruno, que solo me apetece hacer listas de deseos y autorregalarme una buena dosis de energía positiva para el año que comienza, aunque solo sea para estrenar cuaderno y tomarme un café relajadamente mientras pienso en cosas bonitas.

Me encantaría poder volver a hacer talleres presenciales como en los viejos tiempos, sin embargo, las circunstancias solo me permiten veros detrás de las cámaras. Lo bueno que está teniendo este formato es que me está dando la posibilidad de recibir alumnas de todas las partes del país… ¡y del mundo! A algunos talleres de han inscrito chicas de Colombia y de Chile y me ha parecido todo un honor.

Tenía pendiente hacer un taller de extractos, porque me parecen la base de la cosmética casera natural. Crear nuestros propios extractos de plantas nos conecta con la naturaleza, nos invita a querer conocer mejor las maravillas que guardan las especies que nos rodean.

Primero solemos comenzar por un oleato, es decir, una maceración de la planta en aceite durante un mes que nos permite extraer los principios liposolubles de la planta y disfrutar de un buen aceite de masaje, un serum o un aceite desmaquillante, entre muchas otras recetas. Si nos animamos, probaremos a hacer extractos hidroglicerinados y alcohólicos. Sin embargo, pronto nos daremos cuenta de que necesitamos más información si queremos una garantía de que, efectivamente, los principios de la planta están en nuestro solvente. En función del principio que queramos extraer necesitaremos uno u otro solvente para optimizar el rendimiento de la planta. Tendremos que conocer las proporciones que tendremos que utilizar tanto de la planta como del solvente, las cuales variarán según el tipo de planta y el principio extraíble.

Por ejemplo, ¿sabías que hacer extracto casero de proteína es muy difícil, pero puede conseguirse un resultado bastante bueno usando vinagre? ¿O que si quieres hacer un extracto de ginkgo biloba no puede ser oleoso? ¿Sabes que en función del porcentaje utilizado de glicerina no requerirás conservante? ¿Cuándo usar planta seca y cuándo fresca? ¿Qué alcohol utilizar para las tinturas? ¿Sabes que puedes hacer un hidrolato en casa sin tener un alambique?

Como ves, hay unas cuantas variables a tener en cuenta a la hora de ponerse a hacer extractos caseros y por ello, me he decidido a preparar un taller online de extractos de plantas. Este taller, como siempre, vendrá acompañado de un dossier que venderé en formato ebook en mi tienda. Así que, si te apuntas, tendrás el ebook en primicia antes de que lo comercialice 😉

En el taller del día 23 daré algunos tips para transformar los extractos en un aceite de masaje, un gel para piernas cansadas, un tónico, entre otras ideas.

Espero que te animes porque estoy intentando que la sesión sea divertida y a la vez provechosa para incitaros a aprender más y más sobre plantas (yo estoy de igual modo en pleno aprendizaje). Lo más maravilloso de esto es que nunca se acaba.

Salud y potingues,

Esther

3 Comments
  • Júlia
    Posted at 21:36h, 29 diciembre Responder

    Qué ilusión me hace realizar este taller!! Gracias por tu enseñanza!

    • admin
      Posted at 09:27h, 30 diciembre Responder

      Júlia! muchas gracias, bonita! Y yo que me lo paso pipa haciendo esto!!

  • Pingback:Trabajar en una cooperativa de artesanas
    Posted at 12:47h, 03 marzo Responder

    […] que la henchía de orgullo. Según dice, puede parecer un topicazo, pero siempre ha sentido una conexión especial con la naturaleza y con el cuidado y la salud de las personas a través de […]

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