cosmética para hombres

Cosmética masculina: en qué se diferencia

Ya sabes que la cosmética masculina está en boga y por ello cada vez son más los hombres que deciden prestar atención a su piel y a su cabello. Si me conoces, sabrás que no soy partidaria de las imposiciones estéticas desmesuradas: más bien apuesto por un autocuidado respetuoso, que nos permita honrar a nuestro cuerpo y a nuestra piel de forma amigable, y que esté lejos de convertirse en una presión teñida de convencionalismos y tipificaciones sociales. También habrás descubierto que me gusta el minimalismo, y que siempre intento no atiborrar mi armario de productos cosméticos, la mayoría de los cuales han sido ideados para crearnos falsas necesidades; por ejemplo, soy más de tener una buena crema hidratante de manos que, a su vez, pueda utilizar para reparar los talones agrietados y los codos resecos.

A lo mejor tú también compartes este pragmatismo mío, y hayas pensado que los cosméticos tanto valen para hombres como para mujeres. Muy a mi pesar, tengo que decirte que estás equivocada. Sí que es cierto que podemos utilizar un sinfín de cosméticos y productos de higiene personal sin tener en cuenta el sexo del destinatario —por ejemplo, un desodorante—, sin embargo, muchos cosméticos no son unisex. Por ello, si quieres elaborar cosmética para hombres en casa, deberás atenerte a las características especiales del sexo masculino. En realidad, esta diferenciación viene determinada por las características de la piel del hombre, que son distintas a las de la mujer.

Características de la piel del hombre

Tanto el cutis como el cuero cabelludo en el sexo masculino difieren de los de la mujer en algunos aspectos que deben ser tenidos en cuenta, tanto en las formulaciones de cremas, lociones y champús, como en los tratamientos y rutinas de cuidado. Algunas de estas divergencias son:

  • Grosor: se trata de una piel que puede llegar a ser hasta un 24% más espesa que la de la mujer.
  • Poros más dilatados.
  • PH más ácido.
  • Mayor concentración de colágeno en las capas más superficiales, lo cual puede retrasar la aparición de arrugas visibles, aunque cuando aparecen éstas son más profundas, en forma de surcos.
  • Estrato córneo más grueso, por lo que la barrera protectora es más eficaz.
  • Piel más grasa debido a un mayor número de glándulas sebáceas y más hormonas androgénicas, lo cual aumenta la producción de sebo. En la zona T, la piel del hombre puede ser el doble de grasa que la de la mujer.
  • Mayor sensibilidad debido al afeitado, que altera la función barrera de la piel e irrita el cutis. Algunas afecciones asociadas al afeitado son la foliculitis, provocada por la bacteria Staphylococcus aureus capaz de producir inflamación en el folículo, y la pseudofoliculitis, donde hay un pelo atrofiado bajo el poro, pero sin la presencia de bacterias.
  • El entramado de colágeno y elastina se estructura de diferente forma en la hipodermis. En el hombre se presenta más como un enrejado que imitaría las cuerdas de una raqueta de tenis, mientras que en la mujer son filamentos más paralelos entre sí y no tan entrecruzados.
  • Puede presentar acné comedogénico, además de en el rostro, en otras zonas del cuerpo, como hombros, pecho, espalda, glúteos y muslos (normalmente coincidiendo con la áreas en las que suele haber pelo).

Características del cabello del hombre

De igual modo que tenemos en cuenta las condiciones especiales que requiere la piel de los hombres, la higiene capilar debería tratarse de forma particular. Algunos aspectos a tener en cuenta para nuestras formulaciones de champús y acondicionadores son:

  • El cuero cabelludo es también más ácido (como el del resto de la piel) y requerirá de champús que estén formulados con un pH algo más bajo (entorno a 4.5).
  • La hebra capilar es más grasa, con lo cual necesitaremos formular champús con mayor capacidad detergente capaces de eliminar el exceso de sebo en el cuero cabelludo. Puedes utilizar sulfatos suaves, como el sodium coco sulfate. El exceso de sebo puede producir caspa seborreica en algunos casos. Por ello, es interesante formular productos con activos anticaspa, como el extracto de romero, ortiga, amla, perejil, tomillo o zinc PCA.
  • Muchos hombres padecen alopecia androgénica, asociada a cambios hormonales, factores hereditarios, y a la mayor presencia de testosterona, la cual estimula la 5-alfa reductasa, una enzima que hace que se libere aún más sebo. Además, a medida que los hombres avanzan en edad —y esto también ocurre en el caso de las mujeres—, disminuye el riego sanguíneo, lo cual favorece la debilitación del cabello y su caída al recibir menos cantidad de nutrientes.

Rutinas masculinas de autocuidado

Las rutinas cosméticas pueden extenderse todo el tiempo y recursos que la persona esté dispuesta a dedicarles, sin embargo, te doy algunas pautas de base que puedes comenzar a implementar si eres hombre y has decidido cuidar de tu piel y de tu cabello:

  • Higiene facial dos veces al día: utiliza productos espumantes que puedan aclararse con agua. Tu piel, más grasa y ácida de la de las mujeres, te lo agradecerá.
  • Lociones o cremas hidratantes: escoge aquellas que tengan texturas ligeras y no comedogénicas. Aplícalas por la mañana y por la noche después de tu higiene facial.
  • Contorno de ojos: puedes compartir el de tu mujer, si es que tienes mujer. Aunque quizás sea ella el que acabe por compartir el tuyo 😉
  • Protección solar todo el año: la piel irritada por el afeitado tiene más riesgo de exposición ante los rayos UV.
  • Mascarillas exfoliantes una vez por semana, para evitar foliculitis y pseudofoliculitis y hacer que los pelos no queden atrapados dentro del poro.
  • Mascarillas absorbentes para el exceso de sebo ricas en arcillas o carbón activado.
  • Utiliza champús para cabellos grasos. Si tienes caspa, alterna un champú anticaspa con uno de lavado frecuente.
  • Realiza masajes capilares para activar la microcirculación del cuero cabelludo.
  • Si realizas afeitado en seco, asegúrate de hacerte con lociones preshave que endurezcan el pelo.

Recuerda que muchas veces, la mejor forma de autocuidado es la autoobservación. Estudia lo que mejor le sienta a tu piel y a tu cabello. No hagas del autocuidado una imposición, pues debe ser un acto de amor hacia ti mismo, no una disciplina estricta que termine por agobiarte. Disfruta de ese momento de mimo y dedicación como un regalo para ti mismo.

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